En una época tan mediatizada como la que vivimos, no nos parece extraño que todas aquellas personas que están constantemente expuestas a los medios tengan un ascesor personal y estén tan pendientes de su imagen. Pues todas ellas tienen una imagen que mostrar y que sostener para su público.
De este fenómeno tampoco están excentos los funcionarios públicos de hoy en día. Permanentemente tienen un grupo de gente que está con ellos diciendoles cómo debe vestir, hablar, gesticular, etc.
Sin embargo, este fenómeno que es muy común en esta época también lo fué en otra muy pasada. Durante la Segunda Guerra Mundial todos los líderes de las potencias se querían mostrar fuertes y poderosos haciendo cualquier cosa por conseguirlo.
Hitler y Franco no fueron la excepción. Estos dos líderes trucaron dos fotos que luego fueron difundidas el 23 de Octubre de 1940 para poder dar más realce a sus posiciones políticas. La primera de estas fotos es un montaje en el cual se pegó (literalmente) las imágenes de Hitler y Franco charlando en el anden de una estación de trenes.
Por otro lado hubo una segunda foto sacada durante una inspección de los líderes a un cuartel en la que Franco sale con los ojos cerrados, razón por la cuál debieron pegar allí un rostro de Franco tomado de otra foto anterior.
Con estos dos ejemplos podemos ver como estos dos lideres la intervienen las fotografías originales a su favor resguardando la imagen que sus seguidores tienen de ellos de igual forma que hoy se utilizan espacios originales para trucalos con distintos métodos y así desfigurar la realidad en favor o en contra de algo/ alguien.
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